Por si faltaba alguien por recibir la onda de Radio Macuto, el domingo pasado al volver de Tormos observamos que unas personas (bueno, quien dice personas, dice anormales de carrito, cabezaperros, mugrosos, botarates, carnuces, zumallos estomagantes, carañús o zapalastrones), desconocidas habían accedido a nuestro domicilio por la fuerza, pues al salir del ascensor nos encontramos la puerta destrozada y abierta, y las luces encendidas. Ni butrón ni tarjeta: con un destornillador o barra de hierro pequeña, apalancando y listo. A Eva le sustrajeron 600 euros, a mí unos 150 en monedas de 2 euros ahorradas para las vacaciones en una hucha con forma de cabina telefónica londinense, que se llevaron dentro de un bolso de mano al que arrancaron las chapicas de los Beatles que llevaba en la solapa.
A un tercer vecino de ático le robaron un portátil. Afortunadamente no estábamos dentro cuando ocurrió el suceso, que tuvo lugar entre las 20 y las 20,30 horas del sábado... pero la sensación de inseguridad, temor e indefensión que queda es chunga. ¡Una sodomización en toda regla!
Aquí dejo alguna foto que hemos hecho. La puerta no se aprecia bien porque la foto está hecha después de que el conserje nos haya hecho un apaño, recién destrozada impresionaba bastante. La puerta no se puede arreglar y la nueva nos va a costar 1000 euros, así que si algún despistao como nosotros aún no tiene seguro de hogar... se recomienda.
El dormitorio cuando nos fuimos el sábado por la mañana
...
...y cuando volvimos el domingo por la noche
Y la puerta (lo blanco son los polvos que echó la policía para intentar coger huellas)